Tocar, ley de comunidad

Tocar es la vida misma
no importan las clases
no importa el color de la mano
que importa si sale un redoble
o si se te pone tiesa la palma

Ni siquiera importan las horas de práctica
si no es un ejercicio consciente
si no le pones a cada segundo
el alma y la mente

Colocar la mano en la madera, en el cuero o en la piel
emitir un sonido es un arte delicado
no es golpear, no es gritar, no es ruido
no es solo buscar que suene
el instrumento se resiente
la madera, el metal, el organismo
también se ofende

Es una caricia, es disfrute, amabilidad
es oir con cualidad y no con cantidad
es aprender a tocar con la mano al otro
atender a la expresión
interpretar, extenderse en el instrumento
es comunidad, buscar la conexión

Todos los cajones parecen iguales
todos están hechos de madera
algunos hasta tienen cuerdas
y las cuerdas tienen diferentes tonos
el aire no le llega igual a todos
los vientos no soplan a la par
entre los instrrumentos
asi sean del mismo luthier
ninguno suena igual

Podemos todos sonar juntos
podemos tocar fuerte o despacito
pero solo conectados hacemos armonía
solo escuchando al otro atentamente ensamblamos
solo conscientes del otro creamos ritmo
avanzamos juntos, trabajando o protestando
hacemos ciudadanía y se rompe el silencio
suena un silbido, un estribillo o una marcha orquestal
así escucha el mundo la musicalidad
así participa todo el pueblo y así somos comunidad