El arte en tiempos de pandemias
La actividad artística puede ejercerse desde muchos lugares
y desde muchas formas. Una de ellas es por ejemplo la organización de orden
política gremial, sindical y/o autoconvocada por diversos motivos. De hecho sin
la organización laboral no existirían las jornadas de 8 horas o el derecho a
las vacaciones.
La informalidad, sobre todo en los países latinoamericanos
es una situación grave y compleja, no podemos pensarnos con los mismos estándares
que los europeos en este momento ya que no tenemos presupuestos dirigidos para
el sector que garanticen un mínimo de ese foco.
Algunas personas como Patricia Salinas consideran que los
artistas deben seguir, en línea con Alejandro Sanz y El Circo Del Sol,
compartiendo su trabajo de manera gratuita como si eso fuese una obligación (¿moral?)
del artista promedio.
Las patricias y patricios no terminan de entender que esos
miles de artistas (incluso mucho han pasado por su programa) viven en una situación
de precariedad o, cuando menos, haciendo malabares para que el fin de mes no
sea angustiante y las facturas puedan pagarse a tiempo.
Uno puede pensar que su falta de empatía con los artistas es
producto de una arrogancia desde el resguardo de casa. O bien que quienes
desfilaron por su programa y quienes alimentan los ‘espacios del periodismo
cultural’ pasan por un filtro de dignidad mal dirigido por ella, su ego, y ese
sector añejo que solo consideran cultural aquello que les viene bien a su
sector solo para ciertas ocasiones.
Es por los artistas y su producción, que los gobiernos han ninguneado
de forma sistemática hasta la actualidad sobre todo el actual ministerio de
cultura, que hoy puede pasar esta cuarentena hablando de Netflix, de Sanz o de
Gianmarco.
Los patricios y patricias caen en el argumento falaz de
pensar que se quiere quitar el bono de 380 soles a otras personas para quedárselo
los artistas sin hacer nada. Por el contrario el ejercicio del ministerio es
garantizar políticas que sostengan ese patrimonio urgente en países como el
nuestro como es la cultura (que no es lo mismo que el entretenimiento o la farándula,
valga la aclaración).
El ejemplo más cercano que tenemos es el ministerio de
cultura de Ecuador que paga a los artistas para el ejercicio de la transmisiòn
en vivo: (https://www.elcomercio.com/tendencias/ministerio-cultura-pago-artistas-cuarentena.html
)
Si quieren preguntar qué pasa cuando la cultura se vuelve
prescindible pueden revisar los diarios chicha de Fujimori, sí, los chismes
reemplazan ese lugar de ‘entretenimiento’ hasta nuestros días con realities. Pero
por el contrario el arte preserva la memoria, la educación, los valores y la
identidad de una sociedad ¿dejarla en el olvido puede ser mezquino? Hay que
estimularla!
¿Hay artistas que viven con privilegios? ¡Por supuesto que
sí!
¿Hay artistas que viven precariamente? ¡la mayoría!
Sin los artistas la gente hoy no podría estar mirando
Netflix, sin los artistas que acompañan a Alejandro Sanz no tendría arreglistas
o acompañantes, sin artistas no existirían las clases on line o los videos que
todo el mundo mira hoy en Youtube Vimeo o IGTV. ¿Tú haces tu trabajo gratis,
acaso? Se entienden las excepciones pero no naturalicemos precarizar el arte y
que sea totalmente gratis todo.
Hay gente que ve el arte como un favor, que se debe dar de
manera gratuita siempre, y en la realidad no es así porque para hacerla llegar
de manera correcta y con un mínimo de calidad debe ejercitarse, tomar clases,
ganar experiencia y luego ponerse a disposición para el público. Sino hagamos
realities.
Solo la organización social y las garantías mínimas de
sobrevivencia salvarán a este grupo de personas que con todo su trabajo y
profesionalismo ponen a disposición su ars/technè. Eso que hace diferente el mero
entretenimiento o la farándula que no le veo criticar con tanta fiereza a las
patricias y patricios. En definitiva hay espacios y personajes que son
prescindibles para los espacios culturales y definitivamente el de Patricia es
uno de ellos. Ese tipo de periodismo mediocre nunca más.
Finalmente, la lucha no es solo contra ella. Es necesario que
se retracte Patricia sí porque ocupa un espacio de poder, pero más urgente es
que el ministerio y el gobierno nacional nos escuchen para darle solución a los
problemas propios del sector. Sigamos organizándonos
para salir adelante, que el ministerio y el gobierno nos escuche es lo más
urgente, que no nos distraigan los egos de estos personajes. Solo la unión hace la fuerza, los artistas también quieren
salir de esta juntos y mejores, y ésta tal vez es la ocasión.
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